25.11.08

Él no es así


Hoy, 25N, Día Internacional contra la violencia de género, os dejo un texto escrito por mi buen amigo Dapena, abogado, leído el pasado domingo en el acto del PSdeG-PSOE "30 voces masculinas contra la violencia de género".

Gracias Dape.

“Él no es así, él no es así. Él en realidad es bueno, es muy cariñoso…, cuando está bien…”
Escucho estas excusas una mañana, sentado a la puerta del Juzgado de Violencia contra la Mujer, de guardia como abogado en el Turno de Oficio, mientras mudo interiormente mis esquemas mentales: de la habitual defensa, a la acusación particular que el azar me ha deparado asumir.

No provienen estas palabras de la madre del acusado (una madre es una madre…, siempre ve al bebé que ese hombretón del calabozo un día fue…: es el fruto de su vientre de mujer; un fruto amargo, pero fruto).

No. No habla su madre. Me lo dice mi recién conocida clienta, la víctima: esposa o compañera del presunto maltratador frente a quien voy a dirigir la imputación. Habla moviendo las manos, la cara tumefacta, los ojos llorosos (¿cuántas lágrimas pueden derramar unos ojos…?).

Y yo sé (yo bien lo sé) que para protegerla voy a tener que hacerle daño (yo también). Voy a tener que abrirle los ojos, voy a tener que hacerle comprender que el insulto no es un piropo, que el golpe no es una caricia, que el desprecio no es amor…Que él no la quiere. No te quiere, mujer…

Y descubrir ese panorama, asumir esa realidad es otro giro más a la tuerca del dolor…, que la mente a veces se resiste a admitir: “…aunque los niños estén presentes, a ellos no les pone la mano encima…” –sigo oyendo-. Soy un profesional. Toca darle otro golpe de tuerca, otro golpe de realidad.

Cumplo con mi trabajo (¿y si me hubiese correspondido defender al hombretón…?). Soy un profesional –me repito-.
Obtengo una orden de alejamiento…; unas medidas provisionales… Bien.

¿Bien? No, no. Porque cuando pienso que lo peor ha pasado, recibo una llamada…, de ella:
“Perdone Sr. Abogado, es que deseo retirar la denuncia, quiero darle otra oportunidad”.(¿Otra oportunidad…? Pero, ¿cuántas van?).

(¡Ay, mujer!: ¡¡¡SI VIERAS A ESE MISERABLE CON MIS OJOS…!!!)

2 comentarios:

Unknown dijo...

Querida compañera:
Un pajarito me aconsejó asomarme hoy a tu ventana… No hubiera hecho falta ese aguijón, porque soy asiduo visitante de este rinconcillo de la blogosfera, aunque no deje huellas verbales de mi paso (mal hecho, lo sé –mea culpa…-: la comunicación ha de ser bidireccional, si no, es monólogo).
No me des las gracias por utilizar mi texto. Las gracias te las tenemos que dar todos a ti por crear este sensible y delicioso lugar de encuentro.
Además, a nosotros (con nuestra amiga Yoya), cuando caiga la noche, siempre nos quedarán los arrabales de A Coruña…(ja,ja,ja…).
Un biquiño socialista y militante.

Anónimo dijo...

Simplemente XENIAL!!!!